“Intentar conocer la verdad, nos sitúa por el camino de la virtud” (Sócrates)

       Luego de una prolongada y enriquecedora pausa, hoy he decido reactivar este blog, con un nuevo nombre, nuevo enfoque, nuevos principios, fundamentos y propósitos…Hacía varios meses que estaba analizando la idea de generar una plataforma para exponer ideas, reflexiones y análisis de la realidad general (no necesariamente sobre temas de salud o de Kinesiología); de forma libre, con respeto y basado en fundamentos y reflexiones científicas, filosóficas, etc.

Creo que hoy es un buen momento para hacerlo.

      Como lo experimentamos a diario, los tiempos que corren están marcados por el inconmensurable flujo de información al que nos vemos expuestos días tras día. Redes sociales, televisión, prensa escrita nos presentan información que tiene el poder para crear, modelar e incluso distorsionar la realidad en la que vivimos y sin darnos cuenta, nuestra propia forma de pensar. No es cuestión de comprender lo que leemos o nuestro nivel académico. Observando el Facebook y Twitter (El Instagram no sé como será, no lo uso) podemos ver a diario personas “instruidas”, incluso líderes de opinión, comentando (a favor o en contra) noticias que son falsas, con conclusiones erradas “o al menos incompletas para elaborar una conclusión taxativa… ¿No es eso preocupante? ¿No les parece que este fenómeno es semejante al que ocurrió durante la edad media, con las verdades reveladas por la iglesia? 

    Algunos proponen la natural tendencia del ser humano a rodearse de un clima psicológico que armonice con sus principios y valores. Por eso sería entendible que personas instruidas se vean fácilmente retuiteando en favor de una noticia falsa, básicamente porque proviene de su realidad próxima. Yo creo que el fenómeno es más complejo. En fin. 

¿Qué me condujo a esto?

     Hace algunos años, por diversos sucesos personales, me embarqué en la tarea de deconstruir mis preconcepciones valóricas, prejuicios y principios. Desarmé todos mis dogmas y sistemas de creencias para explorarlos en su esencia. Por consiguiente, me introduje en el estudio de los fundamentos y principios científicos y filosóficos de todas aquellas ideas que fueran contrarias a las mías. El abanico de posibilidades era amplio, desde aspectos religiosos, políticos; hasta los académicos y científicos. incluso, me puse a estudiar un Magíster en Educación, lo cual, aun causa extrañeza en algunos de mis cercanos. 

     Todo ese proceso de estudio sobre temas antagónicos me permitió redefinir las categorías de mi propia realidad actual. Cada vez encuentro menos razones para contradecir la idea de que hoy se requiere comprender más, antes que demostrar fenómenos en nuestra realidad. Quizás por eso hoy escribo menos papers que antes…

     Quizás deberíamos ser conscientes que, a diferencia de las discusiones metafísicas en torno a la realidad en épocas como la ilustración o incluso la era moderna, hoy, existe un cierto consenso entre filósofos y científicos, que la existencia de una verdad real es posible, pero ésta no se encuentra necesariamente dentro de nuestra propia realidad. Sino que, la realidad individual se funda en una verdad temporalmente irrefutada. 

    Ahora bien, a mi juicio la única forma disponible para acercarnos a lo que podríamos entender como “lo real” es expandiendo las fronteras de nuestra realidad y para eso no veo otro camino que no sea ampliar nuestra área individual de observación, mediante el conocimiento de los distintos fenómenos que acaecen en ese real absoluto. Y para esto es indispensable estar dispuesto a explorar áreas del conocimiento desconocidas para nosotros y, principalmente, aquellas ideas antagónicas a nuestros valores. 

     Nuestro sistema de creencias proviene de las categorías que construimos a partir del conocimiento que poseemos. A su vez, ese conocimiento proviene de información a la que accedemos. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurría hace algunos años; hoy, la información llega al hombre y no el hombre quién se moviliza para ir en busca de la información que permita nutrir su conocimiento (lo cual, para mi no es solo un juego de palabras). 

     Esto nos deja en medio de un campo de batalla, donde se enfrentan la información veraz y las noticias falsas. Nos bombardean ambos grupos diariamente, empleando diversas estrategias: Facebook, Instagram, titulares de diarios, Twitter, columnas de opinión, incluso incluiría en este grupo las cadenas de whatsapp, etc. Desgraciadamente, a menudo, ambas partes son indistinguibles, corriendo el riesgo de tomar partido por el bando equivocado si no poseemos las herramientas adecuadas para discriminar la información veraz. 

¿Qué competencias deberíamos intentar adquirir para alcanzar tal desempeño? ¿No será que quizás necesitamos el desarrollo previo de una “nueva ética” que nos conmine a relevar la veracidad de nuestros juicios a un plano moral? 

      Me hago estas preguntas, debido a que considero un total contrasentido que vivamos en una era con las posibilidades de acceder a prácticamente la totalidad de la información disponible, lo cual es inédito en la historia humana, pero al mismo tiempo que un bajo porcentaje de la población actual posea las competencias (o la voluntad) suficientes para discriminar y jerarquizar la información relevante y veraz….

      Por consiguiente, mediante la publicación mensual o semanal de un ensayo breve (máximo 1000 palabras) y una imagen esquemática, pretendo en este blog propiciar la reflexión objetiva, libre y estéril de ideologías y dogmas, en torno a temáticas procedentes de nuevos artículos científicos (míos u otros); así como también, algunos temas contingentes de interés general. 

     No puedo finalizar sin mencionar que todas las entradas de este blog podrán ser comentadas de forma libre, sin censuras, ni objeciones. Una opinión constructiva, es aquella fundada en argumentos verificables que apunten a contradecir aquellos que se expondrán en cada uno de los temas. Por otra parte, una opinión destructiva sería aquella sin argumentos y dirigidas a la persona, antes que a sus ideas. Si alguien considera que esto es un mero sofismo originado desde la soberbia de un individuo, será bienvenido; si alguien considera que es una iniciativa que contribuye a la reflexión y análisis de la realidad, será bienvenido también. Todos somos libres… 

Un abrazo a todos…

Iván Rodríguez Núñez

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